De acuerdo con estudios de la Universidad de Wisconsin-Madison, las áreas verdes son una solución simple y natural para reducir el estrés, la ansiedad y la depresión.
Paul Bourguet, escritor y crítico francés, solía decir que “los bosques han enseñado libertad al hombre”. No obstante, parece ser que estos seres vivos no sólo nos enseñan voluntad y autonomía, sino también felicidad.
De acuerdo con estudios de la Universidad de Wisconsin-Madison, las áreas verdes son una solución simple y natural para reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. A lo largo de 18 años de investigación con 10,000 participantes, se encontró que existe un mejoramiento en la sensación de bienestar y disminución de estrés cuando hay una constante exposición a las plantas.
El impacto de las áreas verdes se examinó a través del parámetro evaluativo del bienestar y la satisfacción de vida, según la la escala del Cuestionario de Salud General (GHQ, por sus siglas en inglés). Con el fin de obtener una perspectiva analítica sobre los efectos de las plantas, se deslindó la cuestión de los tipos de personalidad de los participantes.
Por el otro lado, el estudio también sugiere que, al estar más expuesto a áreas verdes, aumenta la posibilidad de sentirse exitoso en diferentes aspectos de la vida. En consecuencia, a través de esta investigación, se pretende demostrar el beneficio significativo de proteger y promover los espacios urbanos con plantas:
Nuestro trabajo indica que “enverdecer” podría ser considerado como una inversión barata y con altos beneficios, lo cual puede generar una influencia positiva en la salud mental de la población. […] Lo más interesante es que los síntomas negativos que disminuyeron ante la exposición a áreas verdes son aquellos determinantes que afectaban la salud mental, como la cuestión del seguro de salud o del sueldo.
En consecuencia, la responsabilidad de crear áreas verdes urbanas no sólo recae en las autoridades locales, sino también en el esfuerzo de cada habitante que planta y cuida los árboles de su alrededor. Además de generar un impacto positivo en el medioambiente, esta también es una actividad que nos hace sentir mejor.