Nuestro hogar es el lugar en el que tenemos que sentirnos más a gusto. Después de un día duro no hay nada como llegar a casa y poder descansar y relajarse, pero a veces esto no es posible, puesto que los vecinos pueden llegar a convertirse en una importante fuerte de estrés.
Los vecinos ruidosos y los vecinos que no respetan las normas esenciales de convivencia en comunidad pueden convertirse en un problema, pero no hay que alarmarse, ya que todo tiene solución.
Vivir en comunidad es mucho más sencillo de lo que pueda parecer. Para que todo el mundo se sienta bien se pueden adoptar unas normas de convivencia esenciales, vamos a verlas.
Normas de convivencia para no molestar a los vecinos y que no nos molesten
El ruido es una de las actividades más molestas que se pueden llevar a cabo en una casa y puede afectar de forma notable al descanso. Para una buena convivencia de 22 a 8 horas los residentes deberían evitar hacer ruidos fuertes como cantar o hablar fuerte, tocar instrumentos musicales, escuchar radio o televisión a un volumen alto, usar determinados electrodomésticos ruidosos como la aspiradora o la lavadora, no hacer labores de bricolaje ni ponerse a mover muebles.
También hay que evitar otro tipo de conductas que pueden causar molestias a los vecinos. Se trata de usar el sentido común y no hacer a los demás lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros. Por ejemplo:
- Tender la ropa demasiado mojada y que chorree sobre la casa del vecino.
- Regar las plantas en los balcones sin revisar si pasa alguien por debajo o si el vecino tiene ropa tendida.
- Sacudir alfombras o trapos por la ventana, lanzar objetos por la ventana (colillas de cigarro, etc.)
- En el caso de propietarios de mascotas hay que evitar que los animales hagan sus necesidades en las zonas comunes y si llega a ocurrir limpiarlo lo antes posible.
El cuidado de los espacios comunes es esencial, por ello hay que abstenerse de llevar a cabo conductas como sobrecargar el ascensor, dejar objetos en los espacios comunes, tirar basura, etc. Cualquier vecino que vea algún desperfecto debería comunicarlo lo antes posible al administrador o al presidente de la comunidad para que se solucione.
¿Y si los vecinos no respetan las normas?
El diálogo debe ser siempre la primera opción. Todo el mundo debe tener claro que los comportamientos incívicos afectan a la convivencia y que los niños aprenden lo que ven de los adultos, así que el respeto a los demás y la tolerancia son esenciales para una convivencia en comunidad exitosa.
Si un vecino no está respetando las normas esenciales de convivencia lo mejor es hablarlo directamente con él para hacerle ver que su conducta no es la adecuada. Si no atiende a este requerimiento el siguiente paso es poner el problema en conocimiento del presidente y el administrador para intentar una mediación y a través de nuevo del diálogo resolver el problema.
Conductas como no respetar los espacios comunes, las agresiones físicas o verbales y el acoso, los ruidos, la alteración de elementos comunes y la utilización de garajes y trasteros para otros fines diferentes a los habituales son conductas que además son denunciables.
Salvo en el caso de las agresiones y el acoso en las que el afectado puede denunciar directamente, en el resto de casos la situación será tratada por la comunidad de vecinos reunida en junta para buscar una posible solución por la vía extrajudicial o bien para acordar ir a la vía judicial.
¿Qué se puede exigir en la vía judicial?
Cuando la comunidad de vecinos decide acudir a la vía judicial para resolver el conflicto lo primero que persigue es que el vecino cese en su conducta. Además de este cese se podrán solicitar otro tipo de medidas en función del caso concreto, por ejemplo que se vuelvan a restituir los elementos comunes a su estado habitual si es que ha habido una alteración de los mismos o que se indemnice a los vecinos por las molestias sufridas.